EJERCICIO FÍSICO DURANTE EL EMBARAZO

¿ES RECOMENDABLE EL EJERCICIO FÍSICO PARA LAS MUJERES EMBARAZADAS?

En mi opinión personal esta pregunta se respondería con un rotundo sí. Con la creciente popularidad de actividades físicas "pre-mamá" me gustaría ofrecer una serie de argumentos a favor de que las mujeres embarazadas practiquen algún deporte.




Durante el embarazo el organismo de la mujer sufre una serie de adaptaciones a nivel cardiovascular, hormonal, músculo-esquelético, respiratorio… con el fin de crear un ambiente óptimo para el desarrollo del feto. Estos cambios van a condicionar en gran medida el tipo y la intensidad del ejercicio que se puede realizar durante la gestación.

En una gestación de curso normal el ejercicio físico moderado es totalmente seguro para la madre y para el feto. En ausencia de complicaciones en la gestación, se recomienda realizar algún tipo de actividad física durante treinta minutos al menos tres días a la semana a todas las mujeres embarazadas.

¿Qué beneficios aporta?

A nivel materno se producen beneficios tanto físicos como psicológicos, entre ellos: mejor función cardiovascular, reducción de riesgo de desarrollar diabetes gestacional, mayor elasticidad, menos problemas de obesidad y una importante reducción en la tasa de problemas depresivos (depresión post-parto, etc.) y de insomnio. El ejercicio físico también alivia algunos síntomas comunes en las mujeres embarazadas como los edemas de extremidades.

A nivel fetal se produce una reducción de grasa corporal en el recién nacido, continuada en etapas posteriores.

¿Qué deportes son recomendables?

¿Qué precauciones deben tomarse?

- La actividad debe ser amena y segura.

- Realizar siempre ejercicios de calentamiento.

- Utilizar ropa cómoda y sujetadores adecuados.

- Evitar ambientes húmedos y las temperaturas extremas.

- Se recomienda una actividad regular, tres o cuatro veces por semana y no el ejercicio intenso y discontinuo.

- No hay que llegar a cansarse y no se deben superar las 130-140 pulsaciones por minuto.

- Evitar los ejercicios que deban realizarse boca arriba, ya que puede provocar mareos.

- No forzarse.

- Hidratarse correctamente durante y después del ejercicio.

- Mantener una higiene corporal adecuada.

- Evitar deportes con alto riesgo de traumatismo abdominal como el esquí, el patinaje, etc.

- No realizar ejercicios de gimnasia o aerobic que conlleven mucha intensidad.

- No practicar submarinismo, pues aumenta el riesgo de embolias.

- Evitar los deportes competitivos o de contacto.

Conclusión:

Un programa de actividad física moderada y una buena alimentación puede tener efectos positivos sobre la salud de ambos, madre y feto durante la gestación e incluso ser beneficioso para la madre durante el parto.

La mujer no debe olvidar nunca el control médico y la mesura, ya que el exceso puede llevar a consecuencias fatales.